Tabla de contenidos
¡Hola aliad@!
Espero que estés bien y que vayas avanzando en tu cambio de hábitos.
La semana pasada abordamos el tema del agua
Se trata de un tema que, en mi opinión, es mucho más importante y amplio de lo que puede parecer. El agua constituye un elemento clave en nuestra salud, pero también en la del planeta, plantas y animales.
Es por lo tanto un tema al que se le podría dedicar muchos posts. Yo voy a centrarme en ofrecerte aquellos que te ayuden a tomar conciencia de la importancia que tiene el agua en un estilo de vida saludable y cómo puedes ingerir el mínimo recomendado.

Con el post de la semana pasada ya te presenté los múltiples beneficios del agua en el organismo. Te expliqué cómo puede contribuir a un buen estado de salud, a mantener un peso saludable y a perder peso, si ese es tu objetivo.
También te aclaré que el beber agua no tiene por qué influir negativamente en la retención de líquidos, como puede parecer.
Terminamos el post con la ingesta mínima de agua recomendada por día y te dije que te daría trucos sobre cómo lograr beber esos 2 litros mínimos diarios.
Vamos entonces a indagar un poco más en el tema. Te daré esos trucos que te prometí y hablaré de manera general sobre qué tipo de agua consumir.

Cómo ingerir los 2 litros de agua diarios recomendados
Quizás no seas alguien que suele beber con frecuencia, por lo que te puede resultar difícil el asegurarte beber un mínimo de 2 litros de agua al día.
Antes de nada, vale la pena aclarar que también consumes agua a través de la comida. La fruta, la verdura o las setas son alimentos ricos en agua.
Seguramente habrás oído que la sandía, las fresas o el pepino son alimentos con mucha agua. Así es. Por lo tanto, es un factor a tener en cuenta en cuanto a hidratación, sobre todo en épocas de calor.
Se calcula que se puede llegar a consumir hasta un 20% de la ingesta diaria de agua a partir de alimentos de este tipo.

Evidentemente, dependerá de cuánta fruta y verdura consumas. Recuerda que deben componer la mitad de un plato saludable según la norma del plato de Harvard.
Si quieres refrescar la memoria, te invito a leer este post en el que hablo de él.
Pese a esto, hay que seguir bebiendo agua para asegurarnos la ingesta mínima recomendada y una buena hidratación.
Quizás te estés preguntando: ¿y cómo lo hago si no tengo sed?

Pues como todo, se trata de ir adquiriendo el hábito.
Si ya eres alguien que tienda a beber, te resultará más fácil. Si eres una persona que bebe mucho pero únicamente en las comidas, te recomiendo que distribuyas la ingesta de agua a lo largo del día.
Así evitarás sentirte hinchad@ y darle agua al cuerpo solo en momentos puntuales.
Entiendo que cuando uno no tiene la costumbre de hacer algo, es difícil pasar a hacerlo cada día. Además, si te da la impresión de que no tienes sed, es más difícil que bebas agua, ya que te parece que tu cuerpo no lo necesita, pero no es así.

De hecho, hay ciertos síntomas leves que pueden estar relacionados con la falta de hidratación, como por ejemplo dolores de cabeza recurrentes.
Cuando el cuerpo reclama agua es señal de que ya no te has hidratado lo suficiente, por lo que habría que evitar llegar a esa situación.
Si crees que te va a resultar especialmente difícil, te recomiendo que analices rápidamente tu situación.
Observa cuánto bebes al día, cuándo y cómo crees que podrías beber con más facilidad (tener el agua cerca, poder transportarla, …) y, sobre todo, cuánto crees que puedes llegar a beber.

El análisis es uno de los primeros pasos que recomiendo en mi post para empezar con tu cambio de hábitos.
Si ves que llegar a 2 litros en unos pocos días va a ser demasiado y te va a generar estrés, empieza por intentar llegar a 1 litro o 1,5 litros, por ejemplo.
Ve poco a poco. Recuerda que se trata de ir avanzando y aprender en el camino. Ya estás un paso más cerca de la meta que al principio. Continúa.
Te dejo a continuación algunos trucos que pueden ayudarte a implementar el hábito de beber un mínimo de 2 litros de agua al día.
Como nota adicional, comentarte que también puedes mantenerte hidratad@ gracias a infusiones y tés fríos.

Con estas opciones, puedes añadir variedad a tu ingesta diaria. Además, algunos tés e infusiones tienen propiedades interesantes para la salud.
Aun así, no conviene abusar, por lo que te aconsejo que el agua sea tu principal fuente de hidratación.
Vamos con los trucos.
Repostar 🚗
Así me gusta a mí llamar a este truco. Es el que usaba yo al principio de mi cambio de hábitos para asegurarme que iba bebiendo suficientemente a lo largo del día.
Yo me imaginaba que mi cuerpo era una especie de coche. Al igual que los vehículos, yo iba haciendo un recorrido.
Día a día tenía que hacer una serie de tareas físicas y mentales. Estas tareas me suponían un desgaste físico y neuronal.

Visualizaba el agua como la gasolina que necesitaba mi cuerpo y mi cerebro para continuar trabajando a pleno rendimiento, así que en cuanto hacía una pequeña pausa (física o mental), miraba la botella de agua que tenía cerca y “repostaba”.
También repostaba después de ir al baño. Al beber más agua, verás que también orinas más a menudo.
Bien, pues cada vez que yo volvía de orinar a mi mesa, al sentarme, miraba la botella de agua y bebía. Por así decirlo, como había “vaciado” el depósito al hacer pis, me tocaba volver a llenarlo para continuar con el día.
Como verás, el quid de este método es el tener una botella de agua cerca.

Si estás trabajando sentado en una oficina, tenla al lado tuyo para verla con frecuencia. Cada vez que la veas cuando te tomas una pausa del trabajo, dale un sorbo.
Si no trabajas en una oficina y no puedes tenerla al lado tuyo, procura pensar en una manera en la que termines “topándote” con la botella de agua.
Me invento una situación: si trabajas de comercial y te pasas el día en el coche yendo a ver a los clientes, ten la botella en el coche.
Puede ser en la guantera, por ejemplo. Puedes beber cuando hagas una pausa o estés esperando en un semáforo. De esta manera, no la tendrás a la vista, pero si abres la guantera, la verás.
Hay quien advierte que puede ser peligroso dejarla en el espacio que hay entre los dos asientos en los que la gente deja el móvil o caramelos, ya que la botella podría caerse. Por eso te recomiendo la guantera.

En este caso, dado que seguramente te pases el día de un sitio para el otro, intenta calcular dónde dispondrás de baño para “vaciar” el depósito.
Si trabajas en una obra y no tienes mesa ni usas coche, tenla cerca de done vayas con frecuencia. Quizás tengas todos los materiales en un mismo sitio. Si puedes, deja la botella allí y bebe cada vez que vayas.
O quizás la puedas dejar cerca tuyo mientras trabajas y, de nuevo, la verás cuando hagas una pequeña pausa.
Puede que trabajes de cara al público, como profesor o dependiente de una tienda, por ejemplo. Igual que en los ejemplos anteriores, procura tener la botella en un punto en el que puedas verla con facilidad.

Por ejemplo, cada vez que te giras hacia tus alumnos después de escribir en la pizarra o cada vez que cobras en la caja de la tienda.
En este último caso, entiendo que quizás convenga que los clientes no ven la botella. Intenta buscar una manera de que solo tú la veas pero que esté detrás del mostrador y no quede a la vista.
El hilo 🧵
Este es un truco que seguramente ha quedado ya obsoleto por vivir en la era de las tecnologías. Sin embargo, es visual y a mí me ayudó en su día.
Se trata de un truco que usaba de pequeña y adolescente para que no se me olvidase algo. Es un truco que me enseñó mi madre.

De joven, yo era muy despistada. Siempre tuve sentido de la responsabilidad, pero al ser tan despistada, tendía a olvidarme de aquellas cosas que salían de mi rutina.
Recuerdo que una vez, debía de tener 11 años, tenía que comentarle algo a un profesor del instituto. Me acuerdo de que no era nada grave, pero sí algo que tenía que intentar decirle con tiempo.
Nunca me acordaba de decírselo. Me concentraba en la clase y al terminar, salía disparada para ir a otra aula y siempre se me olvidaba hablar con él.
Cuando volvía a casa por la noche, mis padres me preguntaban si había hablado con el profesor y …

Entonces, mi madre me puso un hilo rojo en un dedo, a modo de anillo. Como yo nunca llevaba nada en las manos, lo veía con facilidad.
De este modo, al recoger los libros y apuntes cuando terminaba la clase, veía el hilo rojo en la mano y me acordaba automáticamente de hablar con el profesor.
En tu caso, no hace falta que sea un hilo rojo ni que te lo pongas a modo de anillo en el dedo. La idea es poner algo que destaque visualmente en tu día a día para recordarte el beber agua cuando lo veas.
Como te digo, es algo “antiguo”, pero puede funcionar.
Aplicación móvil 📱
Nos vamos de lo puramente artesanal al otro extremo. ¿Cómo no íbamos a hablar de aplicaciones móviles teniendo en cuenta la era en la que vivimos?
Como quizás te habrás imaginado, hay distintas aplicaciones móviles que pueden mandarte recordatorios para beber agua en forma de alarma. Algunas también cuentan cuántos litros has consumido a lo largo del día.

No puedo recomendarte ninguna en concreto, ya que yo, en su día, utilicé el truco de repostar para beber más. Lo que sí te animo es a que hagas una búsqueda si te apetece recurrir a una aplicación móvil.
Sé que Aqualert y WaterMinder son algunas de las que se recomiendan por Internet. De todos modos, si de verdad te interesa, te animo a que busques y compares distintas aplicaciones para ver cuál te puede ir mejor.
Estos son algunos de los trucos que te dejo para incrementar tu ingesta diaria de agua. Espero que te sirvan.

Hay tantos trucos y ejemplos como personas y situaciones. Como te decía en mis primeros posts, tú tienes la clave. Tú mism@ puedes encontrar la manera que mejor te vaya a ti porque nadie te conoce como tú mism@.
Que el cambio no te abrume: tú no te quieres fallar a ti mismo, ¿verdad? Pues como no dependes de nadie, terminarás dando con la clave.
Usa el ensayo error: si ves que la manera en la que has pensado no termina de ayudarte a beber más agua, busca otra. Recuerda que no pasa nada. Estás aprendiendo. Sigue adelante
¿Qué agua beber? Tipos de agua y envases
Este es otro tema recurrente cuando se habla de agua. ¿Es mejor beber agua embotellada o previamente filtrada? Si la bebemos en botella, ¿puede ser de plástico? ¿Es verdad que el agua del grifo no es saludable?

De manera general, en los países desarrollados, el agua del grifo puede consumirse. No obstante, puede contener algunos contaminantes.
También existe un peligro que ya se conoce sobre el agua embotellada. El plástico de las botellas también contiene contaminantes.
Por este motivo se suele recomendar evitar o limitar el consumo de agua embotellada. Me refiero siempre en lo que llamamos países desarrollados.
En países subdesarrollados o en vías de desarrollo, suele recomendarse justamente el agua embotellada.

De todos modos, si vas a viajar a un país catalogado como país subdesarrollado o en vías de desarrollo, consulta primero cómo consumir agua allí.
De manera general, yo te aconsejaría no consumir agua del grifo, a no ser que existan certezas de que es totalmente segura.
En mi caso, que vivo en Barcelona (España), el agua del grifo es técnicamente potable, pero no se recomienda su consumo. Contiene mucha cal y es mala de sabor.

Las opciones que yo te recomendaría son las que te permitan filtrar previamente el agua para eliminar la cal y los posibles contaminantes.
Existen empresas de la llamada osmosis que permiten “limpiar” el agua de impurezas. Se instala un grifo más delgado al lado del que todos tenemos en la cocina por el que sale el agua limpia.
Puedes consumir el agua que salga directamente de ese grifo más pequeño y usarla para cocinar o preparar infusiones.

Este es el sistema que yo utilizo en casa y la verdad es que estoy contenta con el resultado que da.
Si solo te quieres centrar en el agua que consumes tú o sencillamente no puedes invertir en un sistema de osmosis, puedes optar por una jarra que contenga un filtro para depurar el agua. Es una muy buena opción para comenzar.

Por último, si vas a usar este agua filtrada para rellenar botellas, procura hacerlo con una botella hecha con un material apto para ello. Prescinde del plástico.
En su lugar, puedes optar por materiales como el vidrio o el acero. Además de curarte en salud, estarás optando por una opción más ecológica y ahorrarás dinero, ya que se pueden lavar y reutilizar.
También te permitirán transportar el agua. En el caso de las botellas de acero, el agua no se calienta con tanta facilidad.

Como ves, el tema del agua es muy extenso. Es todo un mundo y requeriría muchos posts.
De momento, te dejo con este y el de la semana pasada, ya que pueden constituir una buena base para llevar a cabo tu cambio de hábitos de alimentación.
Ahora ya sabes qué importancia tiene el agua y la hidratación en tus pautas alimentarias y puedes empezar a organizarte para consumir un mínimo de 2 litros de agua al día. Ya puedes dar un paso más en tu cambio de hábitos. ¡A por ello!
Un abrazo, aliad@