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Hola, hola, aliad@
En el post de esta semana seguimos centrándonos en aquellos mitos que rodean al mundo de la alimentación y que muchas veces ya no sabemos si creer o no.
Si el usar el microondas te genera dudas porque has oído a gente decir que es dañino y a gente decir que no lo es, este post te va ayudar.
El microondas, al igual que otros electrodomésticos de uso común, se ha convertido en una parte más de la cocina…al menos para muchas personas (entre las que me incluyo).
En mi casa siempre hubo microondas y nunca me generó ningún tipo de temor el calentar comida en él. Nunca me planteé si podía resultar dañino, ya que tenía su uso totalmente integrado en mi vida.

Es más, al empezar a cocinar yo, lo usaba incluso para preparar algunos platos. Me permitía cocinar de manera más rápida, sin usar un exceso de aceite y sin ensuciar sartenes ni ollas.
Sin embargo, un día en la oficina, estaba hablando con una compañera que comentó que no usaba microondas. Me sorprendió bastante. Como te decía, para mí era algo habitual en una cocina, algo que forma parte de ella.
Mi sorpresa fue mayúscula porque mi compañera era madre soltera de tres niños. Me enteré de que no tenía microondas porque ella hizo el comentario de que tenía que calentar leche para sus tres hijos y para el café que se tomaba ella cada mañana.
Dijo que lo hacía en una olla y que claro, tardaba bastante. Tenía que estar pendiente del fuego y a la vez estar por los tres niños que tenían que prepararse para ir al colegio.

No recuerdo con qué palabras exactas le dije que usase el microondas, pero creo que fue algo como “Mujer, calienta los vasos de leche en el microondas”.
Ahí fue cuando ella me dijo que no usaba microondas porque “a mí eso me da miedo” y “yo no sé qué pasa ahí dentro con mi comida, con ondas, …” (aquí sí que recuerdo sus palabras).
¡¡¡¿¿QUÉ??!!! ¿El microondas podía dañar la comida”? Nunca, nunca, repito, nunca me lo había planteado.
Creo que a partir de ahí se cumplió aquella ley universal cuyo nombre no conozco en la que todo a tu alrededor te lleva siempre al mismo tema.
Me refiero a cuando por ejemplo decides no pensar en un determinado tema por el motivo que sea y entonces todo a tu alrededor te recuerda ese tema: conocidos, amigos, televisión, vídeos virales, …

Eso me pasó a mí con el microondas. Después de hablar con esa chica, me encontré con más de una persona que también aseguró no usar el microondas porque las ondas podían dañar la comida. Al consumir esa comida dañada, dañábamos nuestro organismo.
También oía hablar del asunto en la televisión, me aparecían artículos relacionados por Internet, etc. El tema del microondas estaba presente.
Así pues, decidí investigar al respecto. Además de eso, empecé a hacer cursos de nutrición. En uno de ellos se hablaba justamente de este tema.
Por fin logré ganar claridad sobre si el microondas puede suponer realmente un daño para nuestra salud y tomé una decisión consciente al respecto.

En este post voy a darte las principales informaciones recapituladas a partir de las formaciones que he cursado. Espero que te ayude a ganar claridad y a tomar una decisión consciente sobre si usarlo o no.
Para saber si el microondas es realmente dañino, vamos a ver qué es realmente un microondas y qué es lo que hace con la comida.
¿Cómo funciona un microondas?
De manera muy básica, el microondas convierte la energía eléctrica en ondas electromagnéticas que se llaman… microondas.
Estas ondas interactúan con las moléculas de la comida haciendo que éstas se muevan rápido. Esto conlleva que la energía se convierta en calor.
Sería lo mismo que ocurre cuando te frotas las manos para entrar en calor o cuando antiguamente se usaba la fricción de un palo o de dos piedras para generar fuego. En este caso, ocurre a nivel molecular, en la comida.

El aspecto positivo del que quizás no solemos ser conscientes es que estas microondas aparecen casi de manera instantánea. ¿Y por qué es positivo?
Porque al aparecer casi de manera instantánea, las microondas empiezan a generar calor también de manera más rápida. En consecuencia, la comida se calienta antes.
Te parecerá que esto es positivo por una mera cuestión de ahorro de tiempo. Y estás en lo cierto, pero hay otras consecuencias positivas.
Cuanto más tiempo está expuesto un alimento al calor, más nutrientes se pierden. Eso no significa que ya no te aporte ningún nutriente, pero sí es interesante tener este dato en cuenta a la hora de cocinar.
Además de esto, el cocinar en el microondas te permite no ensuciar tanto la cocina, cosa que a mí personalmente me encanta.

¿Son estas ondas perjudiciales?
Si tu microondas es actual, no debería preocuparte.
Aunque las ondas microondas son teóricamente radiación electromagnética, no es la radiación atómica que todos conocemos por las noticas y películas.
Las microondas no son una radiación ionizante, es decir que no tienen suficiente energía como para dañar las moléculas o los enlaces químicos de los alimentos.

Como pequeño apunte, comentar que la radiación ionizante está más presente de lo que pensamos, como por ejemplo en el teléfono móvil, al que tan pegados vivimos como si de un gemelo siamés se tratase.
Por lo tanto, las ondas microondas no tienen por qué suponer un problema.
¿Los microondas «matan» los nutrientes de los alimentos?
El cocinar afecta a los alimentos de distintas formas.
Por ejemplo, la cantidad de vitaminas en un alimento puede disminuir al exponerse a altas temperaturas. Esto ocurre por ejemplo con la vitamina C, que es muy sensible al calor.
Sin embargo, hay algunos nutrientes que resultan más fáciles de absorber para el organismo cuando se exponen al calor. Un ejemplo de esto son los betacarotenos. Un alimento rico en betacaroteno que todos conocemos es la zanahoria.

Así pues, para absorber mejor los betacarotenos de la zanahoria, lo ideal sería consumirla hervida, al horno o al vapor antes que cruda.
Curioso, ¿no? De nuevo, esto no quiere decir que no vayas a recibir nutrientes si la consumes cruda.
Simplemente, si la consumes cocinada, el aporte nutricional será mayor. Tu cuerpo absorberá los betacarotenos con más facilidad.
Habría que estudiar cada alimento de manera individual para ver qué efectos tienen las microondas (el calor en general) en cada uno de ellos.
De manera general, hay tres factores principales a la hora de cocinar que afectan a los alimentos y provocan una descomposición de los nutrientes.

Uno de ellos es el calor, como ya hemos visto. Los otros dos son el añadir agua a la cocción y un tiempo largo de cocción.
Por lo tanto, cuanto más expuesto esté un alimento al calor, cuanta más agua se use para la cocción y cuanto más tiempo dure esa exposición al agua y al calor, mayor será la descomposición o pérdida de nutrientes.
Quizás ahora te venga a la mente las clásicas verduras hervidas. A muchos siempre nos ha parecido la manera más saludable de consumir verduras… y la más triste e insípida también.
Ojo, no es que no sea una forma saludable de comer verduras. Si consumimos así las verduras, seguirán nutriéndonos.

Solo toma conciencia de que, cocinando de esta manera, puede que algunas de las verduras pierdan más nutrientes que cocinándolas de otra manera.
Hay otras alternativas sañudables de cocción, como al vapor, salteadas o al horno, por ejemplo.
Pueden conservar más nutrientes y están más ricas (en mi humilde opinión), ya que permiten jugar más con los condimentos… ay, mis queridas hierbas y especias
Ya lo he dicho en otra ocasión, pero las hierbas y las especias son tus grandes aliadas a la hora de cocinar. Te permitirán variar tus platos, no aburrirte y adquirir sus distintos beneficios para la salud.

Este tema lo abordaré en próximos posts, ya que es algo más específico.
De momento, quiero seguir centrándome en aspectos de alimentación más generales que te ayuden a hacer un cambio de mentalidad sobre la alimentación, a entender cómo funciona la nutrición y que con todo ello puedas empezar a implementar cambios de alimentación en tu vida.
Volviendo al tema que nos atañe, estos tres factores que influyen en los nutrientes de los alimentos se aplican a cualquier tipo de cocción (saludable, por favor): hervido, al vapor, horno, a la plancha, …

De hecho, a veces se ve la opción de cocinar usando el microondas como una opción “mejor” frente por ejemplo al tradicional hervido.
Como comentaba antes, el proceso de cocción en el microondas es más rápido, por lo que los alimentos están menos tiempo expuestos al calor y al agua, si es que la usas.
Así pues, de manera general, el calentar los alimentos o cocinar con el microondas no tiene por qué suponer una preocupación.
Solo hay dos alimentos que se sabe que no reaccionan bien al cocinarlos en el microondas: el brócoli y el ajo.
Hay un aspecto que sí puede resultar preocupante y que vale la pena tener en cuenta. No se trata tanto del microondas en sí, sino del recipiente que se usa para cocinar en el microondas.

Se pueden cocinar alimentos en el microondas poniéndolos en recipientes aptos para el microondas. Se tapa y se cocina en el microondas.
Pues bien, aquí sí que es importante asegurarte de que estás usando un recipiente (o estuche de vapor, etc.) que sea apto para microondas y, sobre todo, de calidad.
Al cocinar con el microondas, las ondas también calientan el recipiente que usas para cocinar. Esto puede conllevar una fuga de químicos presentes en los materiales del recipiente.
También puede ocurrir que ciertos tóxicos pasen del recipiente a la comida que contiene. Esto sí podría acarrear consecuencias de salud a largo plazo.

Como guía general, los recipientes de vidrio y cerámica son seguros, así que puedes optar por una de estas opciones.
Conclusión
Para resumir todo lo que hemos visto en este artículo, los microondas son, de manera general, seguros.
No tienen por qué dañar los alimentos que calentamos o cocinamos en ellos. Tampoco tienen por qué perjudicar nuestra salud.
No hay pruebas de que la radiación cause daños directos. Además, el contenido nutricional se ve reducido solo en algunos alimentos.

Ahora solo te queda a ti valorar la información que tienes. Con ella podrás decidir si quieres seguir usando el microondas y de qué manera y con qué frecuencia.
Quizás decidas empezar a usarlo o por el contrario, puede que elijas dejar de utilizarlo.
Como siempre te digo, yo no soy quien para decirte lo que tienes que hacer.
Personalmente, uso el microondas. Lo uso a diario para calentar y lo uso también para cocinar, aunque con menos frecuencia.
Así lo he decidido porque a mi entender y en base a la información que comparto en este post, el microondas es seguro.
Como decía al principio del artículo, llevo toda la vida usando microondas y jamás me han detectado ningún problema de salud relacionado con esto.

Ejemplo de receta que preparo en el microondas. Próximamente en mi IG 😄
¿Podría pasar? Sí, pero como con tantas otras cosas que nos rodean y que apenas solemos cuestionarnos porque forman parte de nuestra vida.
Me refiero por ejemplo al teléfono móvil, las antenas parabólicas, el aire contaminado, los productos químicos que nos aplicamos en el cuerpo, los alimentos ultra procesados que consumimos, entre otros.
Como no he encontrado evidencias claras que demuestren que el microondas sea perjudicial para la salud, pero sí evidencias que sustentan que no tiene por qué serlo, decido continuar utilizándolo.
Es más, creo que el microondas facilita mucho la vida a quienes, al igual que yo, vivimos solos y ocupamos los días con mil tareas. El usarlo me permite cocinar equilibrado de una manera rápida y sin ensuciar la cocina.

Así pues, una vez más, recalco la palabra CONCIENCIA. Esa es mi intención, que tomes conciencia sobre este y tantos otros temas relacionados con la alimentación.
Solo quiero que tomes una decisión sobre este y cualquier otro tema sobre alimentación desde la conciencia.
Encaja las piezas a partir de información fiable y según tu mapa mental y no en base al “he oído que…” o “me han dicho siempre que…”.
Ahora tienes información. Sopésala, valórala y toma la decisión que más te convenga independientemente de cuál sea el motivo que te lleva hasta ella. Sea cual sea tu decisión, será la acertada para ti.
Si quieres, dime en los comentarios si usas microondas, si has dejado de usarlo o vas a empezar a usarlo. Me encantará saber tu opinión
¡Te veo en el siguiente post!